martes, 24 de enero de 2012

Algo interesante sobre los verbos

A todos nos han enseñado en la escuela que los verbos (infinitivos) terminan en "ar", "er" o "ir". Hace algunos días, descubrí que existen infinitivos que no cumplen esta regla.

Por el momento, tengo solo un ejemplo: "regodearse". Como verán, la RAE reconoce a "regodearse" como el infinitivo. Todas las conjugaciones utilizan un dativo (prefijo que indica la persona a la cual se aplica el verbo). Por ejemplo: "me regodeo", "te regodeas", etc.

¿Alguien conoce otro caso?

viernes, 20 de enero de 2012

La palabra que no se puede escribir

En español utilizamos algunos enclíticos (o sufijos) para indicar la persona a la cual se aplica cierto verbo. Por ejemplo, se pueden usar con infinitivos: "dar", "darle". También se pueden utilizar con imperativos "da", "dale". Incluso, se puede utilizar en canciones "tira", "tírate un paso".

Ahora, imaginemos que alguien viene de visita y le pedimos a otra persona que salga a su encuentro. Para ellos, usamos el imperativo "sal" y el enclítico "le". ¡Jaque mate!

Este problema ha sido consultado a la RAE por "Un Arácnido en una Camiseta" y la respuesta oficial es:

La interpretación forzosa como dígrafo de la secuencia gráfica ll en español hace imposible representar por escrito la palabra resultante de añadir el pronombre átono le a la forma verbal sal (imperativo no voseante de segunda persona de singular del verbo salir), oralmente posible si, por ejemplo, ordenáramos a alguien salir al paso o al encuentro de otra persona aludida con el pronombre le: [sál.le al páso], [sál.le al enkuéntro].Puesto que los pronombres átonos pospuestos al verbo han de escribirse soldados a este, sal + le daría por escrito salle, cuya lectura sería forzosamente [sá.lle], y no [sal.le]].